Suspiria
por Juan Pablo Vozza

Es posible asimismo que esos buenos propósitos

sean sólo larvadas formas de desamor

ya que exigir a otro que sea otro

en verdad es negarle su otredad más genuina

como es la ilusión de sentirse uno mismo

Mario Benedetti, Otherness.

 “Observé, al igual que ustedes, cómo Lacan toma las cosas.

Sin duda tomó cosas por doquier como todo el mundo.

Reflexiona, luego hace bricolaje. Pero nótese que nunca toma la cosa tal cual (…)

Él hace esto, yo hago aquello, cada uno es libre”.

Jaques Alain Miller, Juanito Aristotélico, 

 

En el cine, se considera al remake como una adaptación o una nueva versión de un film. Dicho concepto es utilizado para referirse a una película ya nombrada, aquella que “repite” con cierta fidelidad la historia manteniendo personajes, situaciones, desenlaces u otros elementos de la obra original. Es decir, narrar lo ya narrado adaptando el contexto del relato o bien brindándole una dinámica actual.

Hoy la compulsión al remake, como suerte de repetición, responde en su mayoría al objetivo de generar un éxito de taquilla más que a la posibilidad de lograr una pieza que responda a una manifestación artística propiamente dicha, enmarcada en las producciones del celuloide.

El éxito de una película de estas características está basado en ventas y recaudación, como también en la cantidad de reproducciones en servicios streaming.  A partir de esto, el mainstream cinematográfico apunta a generar un perfil de consumidores, más que a proponer al espectador un punto de vista relacionado con la subjetividad de determinado realizador, autor o director.

Es a partir de lo mencionado que en esta conversación con el Hotro realizaremos una recomendación que son dos películas. Si bien, la obra original y su posterior remake, solo por mencionarla de alguna manera, se vislumbran como dos obras distintas, responden cada una a las características y visiones de cada director o autor.

Por un lado, respondiendo a la cronología, hallamos a Suspiria de 1977 dirigida por Dario Argento, uno de los precursores del género Giallo y referente del cine de terror. Si bien, la película es la primera de la trilogía denominada “Las tres madres”, junto a Inferno (1980) y La terza madre (2007), su Suspiria es el largometraje que acapara elogios de la crítica y del público por su estilo visual y estilístico. La utilización de una paleta cromática vibrante y la ambientación narrativa aportada por una estridente banda sonora, hacen de esta película una referente del género terror y un clásico fundamental del cine.

En este film, Argento nos presenta un universo mágico y atemporal. Lo que acontece se da en el interior de una prestigiosa academia de ballet alemana a la que su protagonista, Suzie Bannion, arriba en el inicio de la película.  Entre extrañas situaciones y una serie de escabrosos asesinatos, Susie descubre que algo siniestro ocurre detrás de la fachada de la academia.

El director, siendo un esteta del séptimo arte, brinda a su Suspira un entramado de color y de forma que sumerge al espectador en la contienda entre lo narrativo y lo visual. Considerando la edad de esta película, apenas 44 años, aún hoy logra generar deleite a pesar de sus actuaciones exageradas, su suspenso interminable y otras características técnicas propias de la época y los recursos utilizados en el cine italiano. La recomendación para quienes se adentren en este clásico es que puedan hacerlo como si fuese una puesta en escena teatral.

Por otro lado, Suspiria de 2018 dirigida por Luca Guadanigno, estrenada en el Festival de Cine de Venecia de ese año. Se presenta celebrando el 40 aniversario de la película de Argento. En palabras de su director, la realización de dicha película surge como un homenaje a la de Argento y diferenciándose de un remake, afirmando querer transmitir algo del orden de la pasión que, a él como espectador le generó el primer film, a saber, una interpretación. Con la suerte de S1, Argento sienta las bases y posibilita la existencia de su sucesora. Guadagnino continúa la cadena, homenajeando al género y adaptándola a un cine contemporáneo y más actual.

La presente versión aporta a la trama un contexto histórico, siendo consecuente con la época en la que se narran los sucesos. Está ambientada en el Otoño Alemán en el marco de la Guerra Fría. No es casual que se encuentre enmarcada en las reflexiones del Vergangenheitsbewältigung que implicaron los procesos de revisión del pasado en relación a las consecuencias del holocausto y las atrocidades del nazismo.

En cuanto al inicio del film y en comparativa con su predecesora, Susie Bannion llega a la ciudad surgiendo de las entrañas de la misma y haciendo alusión que desde el principio esta versión tomará caminos muy distintos.

La Suspiria de Guadagnino repleta de subtextos, que no necesariamente son desarrollados pero que abren pregunta en torno a diversos temas, sumerge al espectador en una paleta monocromática en tonos ocres, invernales y sombríos, pero con temáticas vigentes y visibilizadas en la actualidad. Valiéndose de la danza contemporánea y la brujería como hilo conductor, el director se sumerge en lo femenino y el goce.

Retomando la comparativa entre las dos películas, cabe destacar que ambas versiones presentan un protagonista inesperado e invocante, a saber, el soundtrack.

En la versión de 1977, el OST fue realizada por la banda de rock progresivo Goblin que también ha sido reutilizado en películas orientales como Dance of the Drunk Mantis (1979) de Yuen Woo-ping y We’re Going to Eat You (1980) de Tsui Hark.

En la Suspiria de 2018 está a cargo de Thom Yorke, quien podríamos pensar, reforzando la Hotredad sostenida entre ambas Suspirias, rechaza replicar o hacer referencia alguna a la banda sonora de la película de Argento.

La canción de Thom Yorke, Unmade (traducido literalmente como lo no-hecho, o bien, deshecha/o) nos brinda una nueva relectura al concepto de Remake (que podría traducirse a nuestra lengua como re-hacer). Sin ánimos de spoilear, la misma es utilizada en el punto más álgido de la conflictiva de la película, con un homenaje estético directo a la obra de Argento, retomando, repitiendo, deshaciendo y rehaciendo.

Retomando la idea de una recomendación que son dos… Suspiria aparece como rasgo unario, siendo una y no la otra, la posibilidad de la cual partir. La presente dificultad de recomendar un film u otro, Haiuno, o dos no.

 

Trailers

Suspiria 1977, Dario Argento

 

Suspiria 2018, Luca Guadanigno

 

Sountracks en Spotify

Suspiria (40th Anniversary) [Original Motion Picture Soundtrack]

 

Suspiria (Music for de Luca Guadanigno Film)

 

 

Juan Pablo Vozza

Empedernido degustador de cómics, cine, música, psicoanálisis y sus convergencias.