No se qué quiero
por Gastón Cottino

“No sé qué quiero, pero sé lo que no quiero…, sé lo que no quiero, y no lo puedo evitar, puedo seguir cantando…”.

Escuché esta canción en lo que considero uno de los mejores discos de la historia del rock nacional. La escuché una y mil veces. Estaba comenzando la facu dejando ya de rebotar de un lugar a otro. Ese disco me significó una brújula, la voz nasal de Calamaro, su cercanía a la poesía, que evoca a Pessoa, y el clima dulce y melancólico que denota. Pero no sé si interese mucho que siga por aquí…

Prefiero referirme sucintamente a otra cosa que orienta, que en primera instancia podría pensarse que está del lado del objeto, lo que quiero vs lo que no quiero, y algo de eso hay. Pero para no tomar muy rápidamente el asunto, cayendo indefectiblemente en el objeto como anhelo, lo querido, mejor enfatizar la parte del “sé vs. no sé”, de nuestra frase.

Brevemente. El saber del que se trata en un análisis, el saber que permite orientarse en el campo de los objetos, es el saber del inconsciente. Ser inconsciente respecto del saber, incauto, para poder hallar aquello por lo cual se está determinado.

Y más aún, eso que sabe no podría afirmar en ningún momento “Yo sé”. Sigo a Lacan: “lo que ustedes hacen, sabe, sabe lo que ustedes son, los sabe a ustedes”[1]. Hay aquí tanto una introducción al saber inconsciente, el único que nos importa, como al goce que este implica, ya que, llegado cierto punto, se tratará más de cómo no saber, para, entre otras cosas, poder alojar el saber de otro, encarnando la opacidad de su propio goce.

[1] Lacan, J. Seminario 21. Clase del 4/12/73. Versión íntegra. p. 35

GASTÓN COTTINO

Practicante del psicoanálisis (EOL y AMP) con cierto gusto por la investigación, que esta vez se encontró con una pregunta de los amigos de Conversaciones, la cual, al señalar un lapsus en la escritura, permitió que el texto se oxigene, y sea re-escrito.