Andrés Calamaro es más que un músico, tiene una afinidad con el psicoanálisis. Muchas de sus letras así lo reflejan.
Cuando escuché el hit me llevó directamente a las preguntas: ¿Por qué una canción con tono de advertencia? ¿Desde dónde se apoya para escribirla? Además es pegadiza, radial como lo manda un buen hit. La pista quizás se encuentra en el estribillo, y es allí en donde fluye la repetición de la palabra amor. Es un amor impotente, que se derrumba y equipara, además pierde la partida con los objetos. Es más bien del orden de “dar lo que se tiene”, lo cual es una cuestión sencilla. Pero si estrujamos la canción probablemente salgan algunos escombros de dicho amor y decanten también otros componentes que no venían en el prospecto. Se desprenden significantes que sería exactamente lo que podemos dar, distribuir, comprar, retenerse. Calamaro directamente nos advierte a modo de protesta, acerca de la condición de engaño de dicho modo de amor. Pero hacia el minuto 1: 07 de la canción surge la pregunta ¿De qué hablamos cuando hablamos de amor? Interrogante que suspende fugazmente la repetición del tener e introduce otra dimensión. Es un instante y el autor vuelve al salvavidas de plomo de la impotencia del tener, retomando su pregunta: ¿de qué amor se trataría?
Juan Carlos Indart trabaja la fórmula lacaniana del Amor [1]: “Dar lo que no se tiene”, desacomoda ya que no cuadra ni cierra. Si es la fórmula que esconde la cuestión misma de la lógica del amor, hay que confesar que se presenta bastante ilógico. Es de destacar que se trata de una fórmula que supone haber pasado por lo imposible. Se dirige más allá del tener. El significante viene a situarse en otro plano que ensancha el enigma. Indart interroga: ¿Cómo hacen ustedes para dar lo que no tienen? Si dan un significante, darán lo que tienen. Otra vez a la misma salida.
Lacan introduce una sutil diferencia entre la imposibilidad de dar y dar la imposibilidad. Que en definitiva es lograr trasmitir esa imposibilidad de completar al otro. Punto clave en la cuestión de la articulación del amor con el saber. Un análisis puede que nos oriente en acercarnos.
Mientras tanto Calamaro, quizás en otra canción, pueda indicarnos algo, una señal, un signo: tal vez se puede vivir con amor…
[1] Indart, J.C: Problemas sobre el amor y el deseo del analista. Manantial. 1989
FABIÁN MARTÍNEZ
Practicante del psicoanálisis. Amante del jazz y de las buenas canciones.