CONVERSACIONES CON EL OTRO
por Silvia Ons

Conversaciones con el otro, es una revista singular ya que no repite moldes establecidos, es joven, pero con una juventud que no rechaza la cultura que la precede, sino que la renueva y la vivifica. El lector encontrará allí un popurrí de temas:  el comienzo de análisis, la literatura, las sesiones virtuales, el psicoanálisis, la filosofía, la educación, la fotografía, la presentación de enfermos, el humor, sugerencias de lecturas, arte y hasta divertimentos. He notado con alegría que los llamados “primerizos” -hago referencia a un artículo de Diego Pérez que se remite a los muchos que en ella escriben-tienen la virtud de no repetir estereotipos que a veces operan como rituales en la capilla psicoanalítica. Es que conversaciónconelotro.com se hace realidad en los diversos trabajos, y es por ello que en su contenido está presente lo otro y no solo lo conocido. Dijo Lacan que al psicoanálisis hay que reinventarlo día a día, y no solo según la idea freudiana de atender cada caso como si fuese el único, sino abriendo las puertas a la cultura para no hipostasiarse sobre sí.

Vale recordar como Freud pensaba a la formación del futuro candidato: literatura, filosofía, historia de las religiones para nombrar algunos de los tópicos.    El pensamiento de todos los tiempos habita en la obra lacaniana. Infatigable lector, hombre ávido, curioso, hizo de ese apetito una pasión.  En esa tarea, las frecuentes referencias a los otros discursos le permitieron darle estatuto formal de discurso a la novedad aportada por Freud, condición de su incidencia en la cultura actual. Pero también dijo que había que ser como él, pero imitarlo y desgraciadamente hay si muchos imitadores, pero… no hacen lo que él hacía. Freud se consideraba un aventurero más que un médico, un explorador de tierras no habitadas. Diría que esta revista sigue tal orientación y se interna así en lo otro, pero no solo en lo otro que son otros discursos, sino lo otro en el psicoanálisis mismo velado por la repetición de lo mismo. Y tomo como ejemplo de tal indagación, el meritorio texto de Silvana que analiza el trabajo de Spinoza acerca de la Servidumbre voluntaria y no solo lo articula con la adhesión al consumo ligada al capitalismo, sino que analiza sus razones, apoyándose tanto en Nietzsche como en Freud y Lacan bajo el eje de la deuda y de la conciencia moral. Verdadera intersección de discursos con un enfoque original que le permite sentar una hipótesis propia y fundamentada.  En la misma línea es de destacar el artículo de Andrés Romero sobre los nuevos fundamentalismos en el mercado de la “feria de las verdades”, propone como antídoto lo que interpreto como aquello que dice Lacan respecto a que en la cura el analizante aprende a leer. Tal como afirma Andrés, lo literal es sin más fundamentalista y…sin lectura. El enfoque social de la práctica analítica, está muy marcado en varios trabajos, como en el excelente artículo de Diana Campologo relativo a la Presentación de enfermos y su función en el lazo social.

La interrogación sobre el comienzo del análisis recae en una entrevista dirigida a Adriana Testa, y es un ítem que se mantiene constante en otros números, siendo de sumo interés ya que los analistas, no solo hablan de sus síntomas personales, sino que se retrotraen a cuestiones que hacen a otras épocas y otros contextos. Así la revista se nutre del pasado y del presente interesándose en el origen…en el comienzo. Y claro que tampoco esta actualidad podía faltar y entonces se escribe sobre las sesiones virtuales, el amor en cuarentena. Tiempo también para lecturas como la de Pessoa, Gógol y para un recorrido por el arte. Julieta Mercerou indaga el tema del consumo en estas épocas de confinamiento, cuestionando desde la clínica muchos slogans periodísticos, al mismo tiempo hace un interesante recorrido de esta temática mostrando cual puede ser el lugar del tóxico en cada sujeto Y   Carla Llanos y Guadalupe Esteban analizarán el lugar de la tecnología y el de las sesiones virtuales. Cada texto se acompaña de la imagen del autor y de algún gusto personal con algo artístico que lo representa y creo que es también el anhelo de la revista: hacerse representar en su singularidad. La acompaño en este, su voto.

Silvia Ons