¿Un editorial refleja el contenido de lo que editorializa, lo condensa en una fórmula breve o se suspende en el mismo indicando la resonancia que provocó en el autor una lectura?
Difícil decidir sobre una perspectiva u otra.
Lo que es seguro, siempre se trata “…de una música que no se sabe cómo se va a interpretar”.
Quizás el amo interprete desde el tiempo de los tiempos la misma música. No exactamente que las cosas marchen, eso está, porque es evidente que las cosas marchan cada vez peor (en la orientación de “…O peor”) sino más precisamente en el dar órdenes.
Cuando Jacques Lacan escribe por primera vez el discurso del amo lo presenta como el discurso del amo antiguo.
Pero resulta que el discurso del amo es el discurso del inconsciente entonces ¿el discurso del inconsciente es antiguo?
El discurso del amo persiste, sin duda, camuflado en el discurso universitario que el propio Lacan define como el discurso del amo contemporáneo.
Ahora bien: ¿desde cuándo al amo le interesó el saber que siempre se lo dejó al esclavo?
Dice Lacan: “…lo que se produce en el paso del discurso del amo antiguo hasta el amo moderno (el universitario), que llamamos capitalista, es una modificación en el lugar del saber. Creí poder incluso decir que la tradición filosófica tenía su responsabilidad en esa transmisión”[1]
Son los pasos de la construcción que realiza Lacan en el seminario 17 “El reverso del psicoanálisis”.
Los pasos: discurso del amo (antiguo desde siempre), discurso universitario como siendo el discurso capitalista aunque luego lo especifique como tal.
La alianza con la ciencia es posible en consonancia con el privilegio que toma el discurso universitario en nuestras sociedades contemporáneas.
Pero si decimos ciencia para referirnos a esa alianza, sólo es una ciencia circunscripta a su técnica, la que provee de objetos al mercado que alimenta el plus de gozar ante el cual todos claudicamos.
Escribo esto un 24 de diciembre luego de haber transitado espantado ayer un shopping: slogans que confunden y angustia generalizada que los regalos navideños tapan un poco.
¿Por qué no se consigue un Kentuki en un shopping? Porque no es agradable la cena de Navidad sometidos a una pura mirada. Por ahora…
Hoy en día ¿dónde está el amo? Y aún más ¿hay amo?
Encontrarán variadas respuestas si leen atentamente los textos que siguen.
Pero las respuestas a estas preguntas se sustentan en una paradoja imposible de eliminar: lo que llamamos sociedad y todavía calificamos de contemporánea.
Ella misma constituye una paradoja que no se puede suturar.
Comencemos por cuestionar el término sociedad como tal. No hay, en el sentido fuerte del no hay lacaniano, sociedad desde la perspectiva del psicoanálisis.
Por ello Lacan habló de lazos sociales que ya indican una pluralización de la sociedad que muestra que esta no es un todo.
Miller lo dice así: “El Uno de la sociedad es ilusorio” y es por eso que prefiere hablar de “lazo dominial” que implica la dominación de uno sobre otro en cada discurso.[2]
Entonces: ¿hay amo hoy?
Si aceptamos el ocaso del S1 podríamos concluir precipitadamente que no.
Pero resulta que Miller advierte sobre lo que llama: “retorno sensacional del discurso del amo”[3] y aún más “un retorno sensacional del Otro que existe que dice dónde está el Bien y el Mal”[4]
Mejor pensar el mundo actual sostenido en estas paradojas.
Paradoja a lo King Crimson: nada de humo, ni luces de colores, ni escenas rimbombantes. Allí dónde la voz, áfona, se impone a la mirada.
Paradoja también la escritura de esta editorial que fue tomando el rumbo de un comentario a la vez sostenido en las resonancias que provocó cada uno de los escritos con los que el lector se encontrará.
[1] Lacan; Jacques: El seminario Libro 17 “El reverso del psicoanálisis” Paidós Argentina Página 32.
[2] Miller, Jacques-Alain: “Un esfuerzo de poesía” Paidós Argentina Página 162.
[3] Miller, Jacques-Alain: IBID (1) Página 204.
[4] Miller, Jacques-Alain: IBIB (1) Página 205.
LUIS TUDANCA
Es psicoanalista AME de la EOL y de la AMP, AE (2010-13)